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  • Foto del escritorSiulmar

Hábitos para paliar el dolor



· Ejercicio físico: realizar ejercicio físico de forma moderada siempre es positivo para evitar y prevenir lesiones y dolores. Y durante las vacaciones disponemos de más tiempo para ejercitarnos. Para personas adultas y de edad avanzada caminar a buen ritmo es una alternativa al clásico “jogging” muy beneficiosa, así como la práctica de la natación en piscina o en la playa.


· Calor o frío localizados: en el caso de contracturas, malas posturas o rigidez, lo más aconsejable es aplicar calor en la zona dolorida. Se puede hacer de forma casera, calentando un trapo grueso con una plancha o en el microondas. Luego se coloca encima del lugar indicado, con cuidado de no quemarse. En el caso de sobrecargas musculares, golpes o esguinces, es mejor aplicar frío en la zona afectada. Puede hacerse mediante una toalla en la que hemos puesto hielo dentro.


· Relajación: el dolor tensiona nuestra musculatura y esa tensión produce más tensiones y lesiones. Podemos romper ese círculo vicioso ejercitando la meditación o las concentraciones guiadas por expertos. Las vacaciones son un buen momento para empezar a meditar o a profundizar en técnicas de relajación.


· Estiramientos: estirar los músculos de la zona dolorida es muy adecuado para aliviar la sensación de tirantez y rigidez muscular. Durante el periodo vacacional, las personas que tengan animales de compañía como perros y gatos pueden observar sus estiramientos constantes que realizan instintivamente estos animales para aliviar sus contracturas.


· Descanso: las vacaciones son el momento ideal para descansar bien y sin restricciones horarias. Es decir, descansar hasta que el cuerpo diga “basta”. También es importante descansar sobre una superficie lo suficientemente firme como para que la espalda descanse en posición horizontal sin hundirse demasiado en el colchón.



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